Ganar y esperar un milagro en el Etihad Stadium. Esa era la única hoja de ruta válida si el Arsenal de Mikel Arteta quería ganar la Premier League 20 años después de la que conquistaron Los Invencibles de Arsène Wenger, que concluyeron el campeonato invictos -26 victorias y 12 empates-.
Con una jornada unificada en la que 10 partidos se disputaban al mismo tiempo, el foco principal estaba puesto en Londres y Mánchester, ciudades de las que saldría el nuevo campeón. ¿Legaría el cuarto reinado consecutivo de los de Pep Guardiola o tomaría en relevo los del norte de la capital?
El último obstáculo para los gunners en sus sueños de gloria, además de los cityzens, era un Everton salvado hace muchas jornadas a pesar de los innumerables problemas vividos en los despachos durante todo el curso. Los de Liverpool podían echar una mano a sus vecinos mancunianos de puntuar en el Emirates.
Ni 20 minutos le duró la esperanza a los londinenses, puesto que Phil Foden, mejor jugador de la liga inglesa en la temporada 2023/24, se encargó de dejarles prácticamente sin vida con un doblete ante el West Ham en el estadio de los sky blue.
Dar la cara
Con el jarro de agua fría aún reciente, al Arsenal sólo le quedaba dar su mejor versión por cerrar el año con victoria y salvar el orgullo, puesto que resultaba muy improbable que los Hammers obraran una remontada milagrosa en Manchester.
Con esa idea en mente, los chicos de Arteta se decidieron a proponer el juego que les ha permitido pelear de tú a tú con todo un coloso como el City. Sin embargo, no esperaban encontrarse con un Jordan Pickford descomunal frenando todas sus intentonas. Primero se encontró Martinelli con el meta inglés y, posteriormente, otros compañeros chocaron con el muro.
El buen hacer de su guardameta espoleó al Everton y los hombres dirigidos por Sean Dyche dieron un paso al frente que les permitió adelantarse en el 40'. Idrissa Gueye tiró una falta que rebotó en la barrera gunner e hizo inútil la estirada de David Raya.
0-1 y nuevo golpe para la escuadra de North London. La tarascada les hizo reaccionar y rápidamente igualaron con una diana de Takehiro Tomiyasu, que aprovechó un buen servicio de Martin Odegaard. Con el 1-1 regresó la fe desde el noroeste de Inglaterra, donde el West Ham acortaba en ese momento la distancia en su duelo con los de Guardiola (2-1).
Sentencia final
Despuésde 38 jornadas, el campeón se decidiría en los últimos 45 minutos del curso. Aunque el Arsenal necesitaba dos goles suyos y uno del equipo Hammer, la ilusión había regresado a la tribuna del Emirates.
Desafortunadamente, las aspiraciones capitalinas se vieron truncadas de un plumazo con las noticias procedentes del Etihad. Rodri aseguró al City con el 3-1, una sentencia de muerte para el conjunto Gunner.
Completamente desanimado con el devenir de los acontecimientos, el cuadro de Arteta bajó los brazos. El ritmo del partido se redujo notablemente, concediendo mucho más protagonismo a los Toffees, que aprovecharon para acercarse al área local.
Aun con todo, el plantel subcampeón gozó de alguna oportunidad clara con la que adelantarse en el electrónico. Una de las más importantes fue un balón de Havertz que se estrelló con la madera. Finalmente, entre Pickford y el travesaño -Smith Rowe volvió a mandar el esférico allí en el 83'- pusieron contra las cuerdas a la escuadra londinense, que acabó ganando 2-1 con un postrero tanto del mismo Havertz.
Cumplió el Arsenal ganando y no falló el Manchester City (3-1) en su cita frente al West Ham, por lo que los sky blue levantaron su cuarto trofeo doméstico consecutivo y el décimo -ocho en la era Premier- en la historia de la entidad mancuniana.
Jugador Flashscore del Partido: Kai Havertz.