El astro brasileño ha sido apartado de la selección nacional para los partidos de clasificación del Mundial tras las acusaciones de una exnovia, y todas las miradas están puestas en cómo reaccionará el club de Old Trafford.

Los Diablos Rojos anunciaron el mes pasado que el delantero Greenwood, detenido en enero de 2022 por acusaciones relacionadas con una joven tras la publicación de imágenes y vídeos en Internet, abandonaría el club de mutuo acuerdo. Su destino ha sido una cesión al Getafe. 

Los dos casos se suman a un inicio de temporada difícil para el United en la Premier League.

Su estado de forma ha sido irregular, mientras que los impopulares propietarios, la familia Glazer, han retirado el club del mercado al no conseguir una oferta que se ajuste a su precio de venta, lo que agrava la sensación de incertidumbre.

Pero lo más importante para la jerarquía del club en el futuro inmediato será decidir cómo abordar el caso Antony.

Antony, apartado a pesar de negar la agresión

La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) comunicó que el jugador había sido apartado para "preservar a la presunta víctima, al jugador, a la selección brasileña y a la CBF".

Antony negó haber agredido físicamente a Gabriela Cavallin en un comunicado publicado en Instagram el lunes, en el que afirmaba ser "víctima de falsas acusaciones".

Se produjo después de que la prensa brasileña publicara mensajes de WhatsApp supuestamente entre Antony y Cavallin en los que el jugador supuestamente amenazaba a su ex pareja.

En una de las conversaciones citadas por los medios brasileños, Cavallin dice que debe disculparse por las "patadas y agresiones". Antony aparece entonces respondiendo "lo siento" como respuesta. Cavallin también aparece en una foto con una aparente herida en la cabeza.

En un comunicado remitido al diario británico Daily Telegraph, la policía del área metropolitana de Manchester afirma estar "al corriente de las acusaciones vertidas y las investigaciones siguen en curso".

Antony fichó por el United el año pasado por 95 millones de euros, pero su rendimiento ha sido irregular: sólo ha marcado ocho goles en 48 partidos.

Sin embargo, es probable que las consideraciones futbolísticas pasen a un segundo plano mientras el United estudia sus opciones tras las críticas recibidas por su gestión del caso Greenwood.

El delantero inglés se enfrentaba a cargos de intento de violación y agresión, pero la fiscalía anunció en febrero de este año que el caso se había archivado tras la retirada de testigos clave y la aparición de nuevas pruebas.

Los informes de que el club planeaba retener al jugador tras una investigación interna de seis meses se encontraron con una protesta pública y el club dijo en agosto que reconstruiría su carrera en otro lugar.

Greenwood se incorporó cedido al Getafe español, con el que se entrenó por primera vez el martes.

Es probable que el United reciba fuertes presiones para que prescinda de Antony mientras se llevan a cabo las investigaciones.

La noticia se produce en el contexto de la polémica desatada en España después de que el presidente de la Federación, Luis Rubiales, besara a la centrocampista española Jenni Hermoso tras la victoria de su selección en la Copa Mundial Femenina, lo que ha desatado un debate más amplio sobre el trato a las mujeres.

La Federación Española de Fútbol se disculpó el martes por el comportamiento de Rubiales.

El United tiene algo de tiempo a su favor, ya que no volverá a la acción hasta el 16 de septiembre, tras el parón internacional, pero el caso Antony es lo último que hubiera deseado tras un tumultuoso comienzo de temporada.

Los Diablos Rojos, terceros la temporada pasada, han perdido dos de sus cuatro primeros partidos de la Premier League y han sufrido un aluvión de lesiones de jugadores clave como Raphael Varane, Luke Shaw y el nuevo fichaje Mason Mount.

Erik ten Hag también está estudiando la mejor manera de abordar la discusión pública con Jadon Sancho tras la derrota por 3-1 del United ante el Arsenal el domingo.

El técnico holandés dijo que el delantero inglés, que no estaba en la convocatoria para el partido del Emirates, no había alcanzado el "nivel" requerido en los entrenamientos, pero Sancho lo rebatió rápidamente en un duro comunicado en las redes sociales en el que se describió a sí mismo como un "chivo expiatorio".

Aún es pronto en la temporada, pero los problemas del United van en aumento.