El extremo brasileño, que se encontraba de viaje con su selección, fue apartado de la misma tras las acusaciones de su exnovia, Gabriela Cavallin.

Antony habría agredido físicamente a la joven en al menos tres ocasiones. La Policía Civil de São Paulo ha abierto una investigación sobre el jugador.

En su comunicado, el Manchester United afirma que retrasará el regreso del jugador al club a la espera de que se investiguen las acusaciones, y que "reconoce la importancia" de las mismas.

El comunicado dice así: "El Manchester United reconoce las acusaciones vertidas contra Antony. Los jugadores que no han participado en partidos internacionales deben regresar a los entrenamientos el lunes. Sin embargo, se ha acordado con Antony que retrasará su regreso hasta nuevo aviso con el fin de abordar las acusaciones".

"Como club condenamos los actos de violencia y abuso. Reconocemos la importancia de salvaguardar a todos los implicados en esta situación, y reconocemos el impacto que estas acusaciones tienen en los supervivientes de abusos."

El jugador de 23 años, fichado el año pasado por el Ajax por 80 millones de libras esterlinas, apareció recientemente en una televisión brasileña para rebatir las acusaciones vertidas contra él.

Durante la entrevista, el jugador admitió que hubo desacuerdos ocasionales en su relación. Sin embargo, afirmó que nunca hubo ningún tipo de agresión física.

Recientemente, el club fue objeto de críticas por la tardanza con la que abordó reclamaciones similares contra el delantero inglés Mason Greenwood, que desde entonces ha "acordado mutuamente" abandonar el club y se ha incorporado al Getafe en calidad de cedido.