Haaland, Pimenta y el Real Madrid: las especulaciones amenazan las ambiciones del City
En los últimos 12 meses, Rafaela Pimenta (que se hizo cargo de la agencia de Mino Raiola tras su fallecimiento) ha insinuado a menudo la idea de un futuro fichaje de Haaland por el Madrid. Habitual de la prensa española, Pimenta no se ha cortado a la hora de ser preguntada por su cliente estrella y sus ambiciones en el club blanco.
Dos veces en noviembre, la abogada se sumó a las especulaciones. Primero se dejó ver en el Santiago Bernabéu para el partido de Liga de Campeones contra el Braga. Y una semana más tarde dijo: "¿Si fichará por el Madrid? Hay que preguntarle al Madrid...".
Esto se produjo después de que Pimenta respondiera en abril sobre una misteriosa cláusula de rescisión de 2024 en el contrato de Haaland con: "Las buenas señoras saben callarse".
Por supuesto, no es una demanda de traspaso. Pero estas cosas tienden a acumularse. Arrojan dudas. Las ocurrencias alimentan la especulación. La intención puede perderse. Las afirmaciones pueden exagerarse. Y, de repente, tienes un verdadero problema entre manos.
En un vestuario ganador, poco importa. Pero el fútbol es un ciclo, incluso para el City. Y cuando aparece ese valle, esas declaraciones cuentan. Incluso Pimenta se ha visto obligada a aclarar una de sus declaraciones anteriores:
"Después de mis palabras, leí rumores que hablaban de una cláusula de mil millones de euros que el Real Madrid fijaría por un jugador (en este caso, Rodrygo). En cualquier caso, con Erling no me refería sólo a su masa salarial, sino a todo lo que le rodea: clubes, patrocinadores, camisetas". El periplo de Haaland alcanzará sin duda estos valores.
"En cuanto a la cláusula, es una forma de que los clubes digan 'yo decido'. Sin embargo, creo que, si queremos un futuro tranquilo, tenemos que hablar entre nosotros".
¿Es todo intencionado para mantener al Real en el anzuelo mientras considera al noruego o a Kylian Mbappé como su próximo Galáctico? Esto recuerda a Raiola y a su gestión de Paul Pogba durante su etapa en el Manchester United. Cada vez que el francés encontraba un poco de forma, una racha de regularidad, Raiola avivaba las llamas.
Los aficionados del United nunca supieron a qué atenerse con Pogba. Y a menudo le tocaba a su entrenador, especialmente a Ole Gunnar Solskjaer, despejar las dudas creadas por el agente del jugador.
Algo parecido está ocurriendo con Haaland y Pimenta, que sigue cortejando publicidad innecesaria. Y si esto sigue así, existe la posibilidad de que todo vaya por el mismo camino que Pogba.
Para el City, para el equipo directivo del club, esto es un reto. El próximo gran objetivo a alcanzar. Ganadores del triplete, cinco trofeos en un año. Sin embargo, ¿siguen siendo los segundos mejores? ¿Puede Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, chasquear los dedos y desbancar a su estrella?
De hecho, si el Barcelona tuviera sus finanzas saneadas, ¿también estaría Pimenta cortejándole a través de la prensa catalana?
El City, con todo su éxito, aún no ha llegado a su destino final. Está creciendo. En Inglaterra, cuesta ver a un futuro Harry Maguire o Alexis Sánchez eligiendo al United antes que al City. Lo mismo sucede en Sudamérica, donde jugadores como Julián Álvarez y ahora Claudio Echeverri dan prioridad al Manchester City sobre cualquier otro pretendiente europeo.
Pero en Europa aún no lo han conseguido. Como ganadores del triplete y de la Champions, deberían estarlo, y los propietarios del City así lo creen. Pero sólo lo sabrán cuando el próximo Mbappé anuncie que ha elegido al City y no al Real Madrid como destino final.
El coqueteo con el Real Madrid de la agente de Haaland paralizará las esperanzas de conseguir tal estatus. Para el club, no hay ningún beneficio. De hecho, Ferran Soriano, consejero delegado del City, ha dejado claro esta temporada que sus planes a largo plazo sí incluyen a Haaland: "Creo que se quedará aquí muchos años".
Eso fue en noviembre, en la radio catalana, justo cuando Pimenta hablaba con la prensa madridista. ¿Contradicho? ¿Menospreciado? Como decimos, ganar mantiene las tensiones calmadas.
Por el momento, esto no es un problema. Pero si a Haaland le parece bien que Pimenta siga hablando, que siga alentando esos titulares, se convertirá en un problema para el City, para sus aficionados e incluso para el propio jugador.