Si existe un equipo que en las últimas dos temporadas ha tenido una infinidad de oportunidad para tumbar la hegemonía del City de Guardiola en Inglaterra ese es el Arsenal. El año pasado, por ejemplo, llegaron a obtener más de cuatro puntos de renta con los citizens que, sobre el final, remontaron y se hicieron con el título. En el presente curso, de nuevo, los gunners perdieron la puntería de sus cañones en el cierre de la Premier y terminan la que es, desde la estadística,  su 'mejor campaña' en la historia reciente. Una campaña que, pese a los números, culmina sin títulos y con mucho por mejorar.

Una distancia enorme en la mentalidad

Lo dijo Rodri, una de las figuras del Manchester City, tras alzar una nueva Premier. La gran diferencia entre el Arsenal y el City estuvo en la mentalidad. Los de Mikel Arteta derrotaron a los citizens en la primera vuelta de la competición por la mínima diferencia en Londres. En el Etihad, los gunners se conformaron con un empate cuando dominaron todo el partido e incluso llegaron a incomodar a los de Guardiola. 

“La diferencia entre nosotros y el Arsenal fue la mentalidad. Cuando el Arsenal vino al Etihad sentí 'no quieren vencernos, sólo quieren empatar', esa mentalidad, nosotros no haríamos eso. Si nos das un punto, ganaremos los últimos 7/8 partidos…”, dijo Rodri.

Jugar sin un delantero referencia

El Arsenal, por otro lado, decidió, desde la táctica, organizar un sistema que partía sin tener un nueve natural. Gabriel Jesus, que con Guardiola se ubicó como 'falso nueve' o mediapunta, fue el encargado de liderar el frente ofensivo gunner. El brasileño sumó 19 goles en todas las competiciones, una cifra que es insuficiente en comparación con la rivales como Haaland (38 goles en todos los torneos) o Ollie Watkins, ariete del Aston Villa (27 goles en todas las competiciones). 

Cuando Gabriel Jesús bajó el nivel, Kai Havertz, un enganche, pasó a ocupar su lugar en el frente de ataque. El alemán cumplió. Sin embargo, la necesidad de fichar a un nueve de talla mundial es evidente. Sin un delantero que marque al menos 25 goles, es difícil ganar la Premier League.

La banda izquierda, un problema 

En defensa, el Arsenal mejoró en comparación con otras temporadas. La zaga de centrales, integrada por Saliba y Gabriel se consolidó como una de las más eficaces de la Premier League. La banda izquierda, por otro lado, presentó problemas de irregularidad. Zinchenko cometió errores en la eliminatoria contra el Bayern. Tomiyasu, un lateral derecho, jugó con el perfíl invertido y Kiwor, un defensor central, pasó a ser el reemplazo del ucraniano. 

Tierney y Nuno Tavares, cedidos, regresarán a Londres y podrían jugar un papel interesante en el siguiente curso. 

Regalar puntos ante rivales que no pelean el título

Quizás el fallo más relevante. El Arsenal completó un gran rendimiento contra los equipos del 'big six'. Derrotó al United y al City. Goleó al Chelsea. Rindió frente al Aston Villa de Unai Emery. En otros encuentros, que sobre el papel eran asequibles, los 'gunners' pincharon y le permitieron a los dirigidos por Pep Guardiola recortar distancias. Aunque 87 puntos en otra Liga son sinónimo de felicidad, en la Premier rozar la perfección es lo único que acerca al título. 

Regalar puntos ante equipos como el West Ham o el Fulham le pasó factura a los dirigidos por Mikel Arteta.