FlashFocus: Arnautovic, el chico malo que dejó de serlo tras su paternidad
En una ocasión, José Mourinho emitió un juicio trascendental sobre uno de sus protegidos."Es un gran tipo, pero tiene la cabeza como un niño", dijo el portugués en 2010 sobre Marko Arnautovic.
Mourinho era entonces entrenador del Inter de Milán e intentó sin éxito que el joven talento formara parte de pleno derecho de su equipo. Jugando al lado de futbolistas legendarios como Zanetti, Sneijder y Chivu, el entonces supertalento de 20 años parecía una causa perdida.
Escándalos sin parar
En aquella época, Arnautovic se esforzó por confirmar el duro juicio de Mourinho. Apenas tenía minutos de juego, pero su nombre aparecía con frecuencia en los titulares. En 2010, tomó prestado el Bentley de su compañero Samuel Eto'o para pasar una noche, y el lujoso coche fue robado sin contemplaciones.
En 2012, Arnautovic fue detenido por las autoridades en Viena. Saludó al agente con extrema confianza: "Tengo tanto dinero que puedo comprarte la vida". Un año después, le pillaron junto a Eljero Elia en una carrera nocturna de coches. Su empleador en aquel momento, el Werder Bremen, suspendió a ambos jugadores.
La carrera de Marko parecía haber terminado antes de empezar. Corría el riesgo de unirse a la larga lista de eternos prodigios.
De chico malo a padre de familia
Pero no pasó nada. Arnautovic volvió a las andadas. Hoy tiene 35 años y vuelve a tener contrato con el Inter. Aunque sólo es suplente en el campeón de Italia, sigue siendo una pieza importante del equipo. A ojos de su entrenador, Simone Inzaghi, puede "ser de gran ayuda".
Sólo disputó tres partidos en la Serie A en el curso 2024/25. Pero el ariete austríaco está ahí cuando se le necesita. Se pone al servicio del equipo y consigue subordinarse.
Hay dos razones por las que Arnautovic acabó siendo un futbolista profesional adulto y no una broma: sus dos hijas, Alicia y Emilia. Fue padre por primera vez en 2014 y rápidamente se dio cuenta de su responsabilidad. En poco tiempo, el chico malo se convirtió en un hombre de familia.
Durante su etapa en el Stoke City (2013-2017), logró despojarse al fin de su imagen de chico malo. Más tarde, también se convirtió en uno de los favoritos del público en el West Ham. Al menos por poco tiempo. La afición todavía no le ha perdonado aún que le diera la espalda a los Hammers en el verano de 2019 para ganarse un gran sueldo en China.
Infancia turbulenta
Aunque el traslado al Lejano Oriente resultó ser un error desde el punto de vista deportivo, su carrera merece un gran respeto.
Es un chico de la calle que creció en Viena-Floridsdorf, un barrio considerado problemático. La tasa de delincuencia es superior a la media y las numerosas etnias hacen del barrio un crisol burbujeante. Era fácil caer en malas influencias. Muchos de sus amigos de la infancia acabaron en la cárcel.
Pero jugar al fútbol le dio a Arnautovic un punto de apoyo firme. Aprendió a chutar un balón en las jaulas vienesas, pequeños campos de hormigón vallados. Aquí, el juego limpio es un concepto extraño. Lo importante no es el éxito del equipo, sino el espectáculo. Esto caracterizó su obstinado estilo de juego.
¿Punto final en la Copa Mundial de 2026?
Aunque Austria rara vez produce grandes talentos futbolísticos, el hijo de un serbio no siempre fue querido en su país. El atletismo y la determinación son las grandes virtudes aquí. El control del balón y la técnica pasan a un segundo plano.
Sin embargo, los austriacos ya se han acostumbrado a su estilo de juego. Es más, han aprendido a adorarlo. A pesar de su avanzada edad, Arnautovic se ha convertido en parte integrante de la selección nacional. Actualmente es el jugador récord de la ÖFB, con 120 partidos. Ha marcado 39 goles internacionales y el récord de 44 de Toni Polster está al alcance de la mano.
El seleccionador de Austria, Ralf Rangnick, es partidario de un estilo de presión agresivo y de carrera intensiva. Esto no encaja con el estilo de juego del ariete, al que le encanta escudarse en el balón, atraer a los rivales hacia sí y combinar con sus compañeros en espacios reducidos. Parece elegante, pero ralentiza la fluidez del juego. Sin embargo, 'Arnie' es indispensable para Rangnick.
La selección austriaca está al alza y la clasificación para el Mundial de 2026 es una posibilidad clara. Si todo va según lo previsto, Marko pondrá entonces punto final a su carrera. Sería un digno final para una carrera única.