Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Oficial. Reinier buscará redimirse y encontrar su mejor versión en el Frosinone italiano

David Alonso
Reinier, durante su etapa en el Girona.
Reinier, durante su etapa en el Girona.AFP
Cuando Reinier Jesus Carvalho (21) llegó al Real Madrid a comienzos de 2020 procedente de Flamengo, era considerado una potencial estrella de futuro del fútbol mundial. Las comparaciones con Kaká eran frecuentes y sus convocatorias con las selecciones inferiores, en las que era uno de los líderes, de Brasil también. Los 30 millones que el Madrid pagó al Flamengo se consideraron una buena inversión. Sin embargo, tres años y medio después se sigue esperando el despegue deportivo de un jugador que ha decepcionado hasta el momento. 

El Frosinone italiano, un club que marcha décimo en la Serie A, será su nuevo destino y una nueva oportunidad para progresar como futbolista. En esta localidad de apenas 44.000 habitantes, en el centro del país, el brasileño espera convertirse en el centrocampista que muchos esperaban y que se perdió en el trayecto de Río de Janeiro a Madrid cuando voló hacia España. Tras jugar unos partidos con el Castilla de Raúl González, en verano de 2020 fue cedido por dos temporadas al Borussia Dortmund, un club acostumbrado a forjar jóvenes promesas y convertirlos en estrellas. Reinier se marchó de Alemania con un bagaje de un gol y una asistencia en dos años. La desilusión fue absoluta por las tres partes implicadas: el Borussia, el jugador y el Real Madrid.

Reinier no ha tenido ningún protagonismo últimamente.
Reinier no ha tenido ningún protagonismo últimamente.Flashscore

Míchel, entrenador del Girona, quiso darle una oportunidad en su equipo en la temporada 22/23. Confiaba en su talento y en su planta (1.85) pero el chico desperdició una nueva bala. Su protagonismo fue escaso y muy esporádico. Las ofertas que llovieron por él desde toda Europa en el verano de 2020 fueron decreciendo progresivamente. Ahora, en Italia, un nuevo tren le espera. El destino es desconocido y será él quien deba marcar el rumbo.