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El modelo de convertir los clubes en sociedades anónimas deportivas divide a Argentina

AFP
La afición celebra un gol de Cavani.
La afición celebra un gol de Cavani.LUIS ROBAYO / AFP
Argentina juega un importante partido entre el Gobierno, que impulsa el ingreso de capitales privados al fútbol local, y los clubes deportivos, que rechazan esta idea argumentando que amenaza su rol social comunitario. Pero este arquetipo es una realidad en Brasil, México y Uruguay.

El presidente argentino, Javier Milei, promulgó dos decretos que buscan que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) acepte convertir los clubes en sociedades anónimas deportivas (SAD), pero ambos fueron detenidos en la justicia.

Los impulsores dicen que los clubes se verán beneficiados por el ingreso de capital privado, pero los detractores argumentan que los inversores se llevarán el dinero del fútbol desfinanciando a otras actividades de la institución que dependen de esos ingresos.

Mientras Milei afirma que ello permitiría que Argentina tenga una liga local "de muchísima mejor calidad", el presidente de la AFA, Claudio Tapia, asegura que este "no es el modelo" de fútbol que llevó al país a ganar recientemente dos copas América, en 2021 y 2024, y el Mundial de Catar en 2022.

¿Y los rivales?

En el eterno rival, Brasil, está permitido este modelo de club. Se llama Sociedades Anónimas del Fútbol (SAF) y fue aprobado por el Congreso en 2021 para facilitar el rescate de instituciones con problemas financieros o impulsar aquellas con las cuentas en orden.

Pero en el país del 'jogo bonito' los clubes no tienen un vínculo estrecho con los barrios donde surgieron u operan, como sí pasa en la tierra de Lionel Messi y Diego Maradona.

La mayoría de los socios no tienen derechos políticos, reservados para quienes pueden pagar una costosa cuota y acceder a un "título" que, eventualmente, les da derecho a votar.

La clasificación de la Liga Profesional.
La clasificación de la Liga Profesional.Flashscore

Tras convertirse en SAF, algunos de los equipos siguen en aprietos económicos y no han tenido mejoras deportivas.

Pero otros sí, como el Botafogo que, en noviembre de 2024, lidera la liga brasileña y es finalista de la Copa Libertadores, tras años de poco protagonismo y varias visitas a la segunda división.

Ejemplos destacados

En su vecino Uruguay, desde 2001 se puede competir en la liga nacional como sociedad anónima. Deportivo Maldonado, con sede muy cerca del famoso balneario Punta del Este, se convirtió en 2009 en la primera SAD registrada en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).

El centenario club de la ciudad de Maldonado, a unos 130 km de Montevideo, ascendió en 2019 a primera división y en 2023 se clasificó a la segunda fase de la Copa Libertadores.

En la vecina San Carlos está el club Atenas, que fue adquirido por una sociedad anónima que llegó a poner al exdelantero de la selección uruguaya y del Manchester United Diego Forlán como director técnico.

Pero Forlán duró un semestre y dejó la entidad envuelto en una pelea con el grupo inversor. Tras dos años de intentos fallidos por ascender de categoría, la sociedad abandonó el club, que ahora busca inversores para poder permanecer en el fútbol uruguayo, donde la mitad de los equipos son SAD.

Al norte, en México, la mayoría de los equipos son propiedad de empresarios particulares o de grupos de inversores. Desde 2024, el América y el Estadio Azteca cotizan en la Bolsa de Valores mexicana como cualquier otra empresa.