Bella Italia en Udine
Los Azzurri se resarcen del empate a 2-2 contra Bélgica y se imponen con claridad a Israel, derrotada por 4-1 gracias a una actuación convincente, y con muchas individualidades que aparecen en el ambiente.
A la vista de las dos últimas salidas, a domicilio contra Bélgica y Francia, la selección sigue primera con 10 puntos en cuatro partidos en el grupo de la Nations League.
Italia diésel
Tras un tímido comienzo de los Azzurri, la primera emoción del partido fue israelí: Nicolò Fagioli perdió un balón peligroso en el centro del campo y Oscar Gloukh no lo aprovechó por poco, enviándolo fuera por poco desde el borde del área.
Mateo Retegui inició su duelo personal con Omri Glazer, que le negó dos veces la ventaja con dos intervenciones prodigiosas, y luego también se opuso a Sandro Tonali, que disparó al desde una posición favorable, aunque no anotó.
Italia insistió en buscar el gol de varias maneras, explotando el ariete del Atalanta, el carril izquierdo y el poderío físico en el centro, y jugando un fútbol vertical. La forma de desbloquearlo fue con un penalti tras una falta del exjugador del Venecia, Dor Peretz sobre Sandro Tonali: desde el punto de penalti, Mateo Retegui estuvo glacial y metió el balón en la portería, volviendo a marcar tras el gol a Bélgica.
Una segunda parte nítida
La segunda parte comenzó con dos cambios: en Italia entró Samuele Ricci por un impreciso Nicolò Fagioli. Y con un equipo confiado y capaz de adelantarse: minuto nueve, después una combinación totalmente napolitana, llegó el 2-0. Giacomo Raspadori que, a balón parado en una especie de córner, encontró a Giovanni Di Lorenzo que marcó de cabeza.
La doble ventaja de los Azzurri duró poco, ya que los visitantes encontraron un gol, muy discutido tras un saque de esquina: el disparo de Mohammad Abu Fani no fue tocado por ningún compañero, pero Guglielmo Vicario se quejó de una obstrucción de un adversario que le impidió atajar el tiro.
Los jugadores locales reaccionaron con rapidez y encontraron el gol con el "de siempre", Davide Frattesi, en el enésimo tanto de la temporada. Precisamente en Udine había marcado con la camiseta del Inter, 3-1.
El gol de exquisita factura fue el preludio del definitivo 4-1 firmado de nuevo por Giovanni Di Lorenzo con un derechazo rozagante y preciso tras una cabalgada de Destiny Udogie, que había entrado muy bien al campo. Junto a él, los debutantes Daniel Maldini (tercera generación de Maldini en vestir la camiseta azzurra) y Lorenzo Lucca, ídolo de la afición local, que, sin embargo, no tuvieron tiempo ni ocasión de lucirse.