Estados Unidos, al asalto de la fortaleza europea en la Ryder Cup

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Estados Unidos, al asalto de la fortaleza europea en la Ryder Cup

Scottie Scheffler, estadounidense, número 1 del Mundo
Scottie Scheffler, estadounidense, número 1 del MundoAFP
Estados Unidos se impuso en la última edición de la Ryder Cup, en Wisconsin en 2021, pero el número 1 mundial Scottie Scheffler y sus compatriotas tienen ante sí un gran objetivo a partir del viernes en Roma: ganar al combinado europeo en sus tierras.

La última victoria estadounidense en territorio europeo se remonta a 1993, en Inglaterra. Desde entonces se han disputado seis ediciones en Europa, con la victoria siempre para el combinado europeo.

No obstante, el palmarés histórico es favorable a Estados Unidos, que se ha impuesto en 27 de las 43 ediciones disputadas desde 1927; Reino Unido y después Europa ganó 14 y en dos ocasiones hubo empate.

La tradicional cita que opone europeos y estadounidenses cada dos años en un campo de golf tendrá esta vez como escenario un castillo del siglo XV, construido por un noble llamado Marco Simone (sin relación con el exdelantero del AC Milan y del PSG) en la campiña romana, a poco más de una veintena de kilómetros al este de la capital italiana.

"Ya lo dije en Whistling Straits (el nombre del campo en el que se disputó la edición de 2021). Está bien haber ganado, pero no podremos hablar de cambio de dinámica de la Ryder Cup hasta que ganemos en Europa", declaró esta semana el norteamericano Jordan Spieth, recordando que Europa se ha impuesto en nueve de las 13 últimas ediciones disputadas, desde que el torneo se jugó por primera vez fuera del Reino Unido, en Valderrama (sur de España).

"Un gran duelo"

"Va a ser un gran duelo", aventuró Spieth, que representará a su país por quinta vez. "En el equipo europeo hay jugadores que tienen un nivel fantástico, sobre todo estas últimas semanas. Va a ser complicado, pero nuestro grupo es fuerte", añadió.

Estadounidenses y europeos tienen casi el mismo número de jugadores en el Top 10 (seis y cuatro): Scottie Scheffler (1º), Patrick Cantlay (5º), Xander Schauffele (6º), Max Homa (7º) y Brian Harman (9º) por los norteamericanos y Rory McIlroy (2º), Jon Rahm (3º), Viktor Hovland (4º) y Matt Fitzpatrick (8º).

También están a la par en cuanto a debutantes, cuatro por cada equipo, aunque destacan dos jóvenes europeos: el sueco Ludwig Aberg (23 años) y el danés Nicolai Hojgaard (22 años).

Presión del público

Una de las incógnitas será ver cómo responden estos "rookies" a la presión del público, muy cercano a los jugadores en las calles del campo de Marco Simone.

En la última edición, el público europeo no pudo viajar a Estados Unidos por las restricciones por la pandemia del Covid-19.

Precisamente, el público es una de las grandes diferencias de la Ryder Cup con respecto al resto de torneos del calendario, con los gritos de apoyo a los dos equipos, en un deporte donde tradicionalmente se guarda un respetuoso silencio.

"Jugar en casa es una ventaja, da una energía adicional a los jugadores", dijo el capitán europeo Luke Donald.

Otra de las novedades desde la última vez que ambos equipos se vieron las caras ha sido el cisma en el golf mundial provocado por la creación de un circuito disidente, el lucrativo LIV Tour, financiado por fondos sauditas, cuyos millones y torneos de tres días atrajeron a un buen número de estrellas de este deporte, alguno de los cuales han marcado la historia de la Ryder Cup.

Los circuitos tradicionales (el PGA estadounidense y el DP World Tour europeo) llegaron en la primavera (boreal) a un acuerdo de fusión con el LIV, pero jugadores como el español Sergio García (10 participaciones en la Ryder Cup y récord de puntos en el torneo), el estadounidense Dustin Johnson y el inglés Ian Poulter, que fueron algunos de los que sucumbieron a los cantos sauditas, no han sido seleccionados para jugar en Roma.

"Efectivamente es raro que no estén aquí. Lo van a echar de menos, como nosotros les vamos a echar de menos", ha declarado el norirlandés Rory McIlroy, uno de los más acérrimos críticos del LIV Tour.