Seguramente llevaba mucho tiempo esperando este día por poder competir en su casa, en la Comunidad Valenciana, donde empezó a forjarse el sueño de ser piloto de motociclismo. Jaume Masiá, ahora en sexta posición, tan solo aspira a terminar quinto. No puede bajar ni subir más, pero está muy presente para él ese factor emocional por mostrarse ante su gente y porque, además, es la última cita de la temporada.

Antes de subirse a la moto este sábado, seguro, no hubiese podido vaticinar lo que ocurriría más adelante. Rodaba durante los entrenamientos, ya con la pista más caliente por el paso de las horas, en busca de la vuelta rápida. Kaito Toba, en una posición irrelevante en la clasificación (19º), también apretaba. Entonces, se toparon en el camino y cayeron al asfalto. La frustración natural y propia que hubiese sentido cualquiera se convirtió en un cruce de reproches que no quedó ahí.

Toba se mostró enfadado y, además de recriminarle su actitud al valenciano, le dio dos toques en el casco. Esto provocó que este último reaccionara de la peor forma posible, con un puñetazo sin consecuencias por la presencia de protección. Tampoco quedó ahí porque volvió a darle otro toque más, aunque más suave. Un calentón que será castigado para que ambos pilotos -y todos- tengan claro que no pueden actuar de esa manera dado el elevado número de personas -y niños- que los siguen.

Izan Guevara, campeón

Hace dos semanas, el de Palma se convirtió matemáticamente en el ganador de Moto3. Valencia, eso sí, le puede servir para poner el broche de oro a una fantástica puntuación y, además, para superar la barrera de los 300 puntos (ahora tiene 294). Sergio García, con 241, no pudo mantener sus opciones hasta el final, así como tampoco lo consiguió Dennis Foggia, que es tercero (233).