La alarmante falta de pólvora del Real Madrid le condena en el Villamarín (0-0)
Un Benito Villamarín a reventar con más de 52.000 seguidores verdiblancos se vistió de gala para acoger uno de los partidos más atractivos que se puede ver hoy en día en LaLiga, entre un Betis que llegaba con tres victorias consecutivas y que buscaba no descolgarse de la lucha con el Atlético y la Real Sociedad por entrar en puestos de Champions y un Real Madrid que no se podía permitir ningún otro resultado que no fuera la victoria para seguir con un hilo de vida en la competición, especialmente tras la victoria del Barça ante el Valencia unas horas antes.
Tras dos partidos sin conocer la victoria ante el Atleti y el Barça, Carlo Ancelotti le quiso dar un aire distinto a su equipo cambiando a los dos laterales (fueron titulares Lucas Vázquez y Camavinga en lugar de Carvajal y Nacho), que fueron de los más señalados por su escasa aportación ofensiva en el Clásico de Copa, y el italiano también dio entrada en el once a Tchouaméni como pivote para frenar las acometidas de los andaluces.
Ayoze tuvo la primera ocasión del partido
Manuel Pellegrini también hizo varios cambios respecto a su trabajada (y un tanto polémica) victoria en Elche de la jornada anterior, incluyendo un Borja Iglesias que protagonizó un bonito duelo físico con los centrales madridistas Militao y Rüdiger.
Fue el propio Panda quien, tras una acción de delantero de toda la vida, bajó un balón largo para dejárselo de cara a Ayoze, que se sacó un latigazo potentísimo con la mala suerte de que le salió centrado, aunque aún así le costó a Courtois enviarla a córner.
No le duró mucho el susto en el cuerpo al Madrid, que respondió con una buena combinación entre Benzema y Rodrygo que solo Pezzella pudo frenar, aunque fue en falta desde una posición muy peligrosa.
La inoportuna mano de Rüdiger
El encargado de botarla fue el delantero francés, que creyó haber adelantado en el marcador a los suyos hasta que el VAR avisó al colegiado Soto Grado de lo que había pasado. El lanzamiento fue desviado ligeramente por Rüdiger, que estaba al lado de la barrera para impedir la visión de Bravo, pero el balón le golpeó en la mano y el reglamento es claro en esos casos: ya sea voluntaria o involuntariamente, no se puede marcar un gol con una mano previa del atacante.
Aunque la primera mitad fue bonita y con un ritmo superior al habitual en LaLiga, fue superior el conjunto merengue, especialmente con un Vinícius muy activo en todo momento desde la banda izquierda. Pero, como ya sucedió el pasado jueves, donde no tiraron a puerta en todo el partido, los blancos acusaron una preocupante falta de pólvora cuando llegaban a las inmediaciones del área bética y, de hecho, tan solo un disparo lejano de Valverde inquietó realmente al portero rival, con lo que llegaron al descanso sin ningún disparo entre los tres palos.
Una segunda parte de ida y vuelta
Todo cambió en la segunda mitad. En los primeros minutos, el choque se convirtió en un apasionante ida y vuelta con ocasiones constantes por ambos bandos. A las intentonas de Ruibal, de Borja Iglesias (este último tras una grave pérdida de Lucas Vázquez que obligó a Courtois a hacer una gran parada) y de Pezzella, respondieron por su parte Benzema, Valverde y, en especial, un Rodrygo que tuvo la más clara rematando completamente solo desde el área pequeña tras una galopada del propio Valverde.
Era humanamente imposible aguantar este ritmo, con lo que el partido se frenó mediado el segundo tiempo porque el Betis, pese a que Pellegrini dio entrada a William José y a Luiz Henrique buscando piernas frescas en ataque, se fue echando atrás. Por su parte, Ancelotti optó por sangre española e introdujo a Carvajal, a Nacho y a un Ceballos que recibió una sonora pitada de su antigua afición.
Fue precisamente el exjugador bético quien estuvo a punto de castigar el desprecio del Villamarín con un tiro con el interior que se le fue desviado por poco, y luego fue Bravo quien detuvo los intentos de Vinícius y de Nacho.
Pero no había manera. Ni el recurso de última hora del canterano blanco Álvaro Rodríguez, de quien su entrenador solo se acordó en el minuto 87 pese a estar obligado a buscar el gol sí o sí, ni el recital de regates de un imparable Vinícius, pudo hacer que el Real Madrid rompiera un empate que no le sirve a ninguno de los dos equipos para sus objetivos.
Jugador Flashscore del partido: Vinícius.