La kazaja Rybakina disputará la final del Abierto de Australia tras derrotar a Azarenka
En busca de su segundo Grand Slam, Rybakina (N. 25) se enfrentará a la ganadora de la otra semifinal entre la también bielorrusa Aryna Sabalenka y la polaca Magda Linette.
Con 35 'aces' hasta ahora en el torneo, a Rybakina le costó encontrar su saque en todo el primer set, lo que dio vida a la bielorrusa de 33 años, que volvía a la semifinal de este Grand Slam diez años después de su segundo título consecutivo en Melbourne.
Pero poderosa y agresiva en sus golpes, colocando muchas pelotas sobre la línea de fondo, la kazaja consiguió imponerse en el igualado primer set y, una vez afinado el saque, dominar el segundo para ganar 7-6 (4) y 6-3 y acceder a la final.
"Hoy fue un poco más duro para mí. Las condiciones eran difíciles, no podía jugar agresivo, la pelota no corría tanto, pero estoy muy contenta de que he conseguido ganar", dijo Rybakina.
Hecho inusual en ella, Rybakina inauguró el partido con una doble falta, que luego enmendó con tres 'aces' consecutivos para inaugurar el marcador.
Aunque a remolque y a la defensiva durante todo el partido, fue Azarenka quien consiguió el primer break con una alta volea de revés, pero Rybakina reaccionó de inmediato y remontó hasta situarse 5-3 con saque a favor.
Conseguido lo más difícil, la pólvora de Rybakina en el saque se mojó y dio vida a la bielorrusa. Con solo 2 primeros saques en 16 puntos, una doble falta situó a la kazaja con una desventaja de 0-40 y 5-5 en el marcador.
Dos poderosos saques impulsaron su reacción y llevaron la manga al tie-break, donde varios golpes demasiado largos y una doble falta de Azarenka entregaron el primer parcial a la campeona de Wimbledon.
Con mayor precisión en el saque, Rybakina mandó desde el comienzo de la segunda manga. Después de desaprovechar un punto de break en el primer juego, consiguió dos quiebres después para servir con 5-2.
En un último intento de resistencia, Azarenka le devolvió el break pero después, con una doble falta, entregó tres pelotas de partido a la kazaja que no perdonó.