Durante el citado partido, Brown recibió dos técnicas por las que fue expulsado cuando faltaban aún nueve minutos y nueve segundos para finalizar el tercer cuarto.
La primera no le gustó nada al técnico de los Kings y se fue a por el árbitro para continuar diciéndole improperios, uno detrás de otro sin que nadie pudiera calmarlo. Llegó entonces la segunda y la consiguiente expulsión y ahí, tanto jugadores como otros miembros del cuerpo técnico ya pudieron sujetarlo y llevárselo.
Una salida, por cierto, que permitió a Jordi Fernández tomar el mando el resto del partido -acabó 123-124 a favor de los de Sacramento- y convertirse en el primer entrenador español en dirigir un choque de la NBA.
La consecuencia para Mike Brown por "perseguir agresivamente y dirigir lenguaje profano hacia un oficial de juego", como ha informado la liga estadounidense, ha sido tener que pagar 25.000 euros.
Con gusto lo pagará después de un triunfo que les ha colocado sextos en la Conferencia Oeste con un balance de 15 victorias y 12 derrotas.