Hay muchos nombres encima de la mesa de los directivos madridistas. Y la sartén por el mango, ahora que llegan los seis últimos meses de sus contratos, la tienen los jugadores, libres para poder oficializar y firmar su salida a otro equipo. Pero hay casos y casos. 

Los veteranos, por ejemplo, que finalizan su vinculación son los más sencillos, a priori, de resolver. Ya no es tanto el dinero que puedan recibir sino el rol que puedan ocupar en los planes del entrenador. Karim Benzema, Toni Kroos, Luka Modric y Nacho Fernández son esos cuatro futbolistas a los que el Madrid no ha querido presionar. Es la voluntad desde el Bernabéu de continuar con ese póker de ases, pero son ellos mismos los que quieren ver en qué condiciones llegan a final de campaña y decidir con tranquilidad su futuro. 

No hay dudas de que Benzema (35), una vez que ha decidido renunciar a la selección francesa y con su Balón de Oro bajo el brazo, y Luka Modric (37), por su excelente condición física y mejor nivel, continuarán un año más vestidos de blanco. 

Kroos y Nacho, sí pero no

Sí hay más incertidumbre en Kroos (32) y Nacho (32). El primero, porque ya ha dejado ver en algunas ocasiones que no quiere prolongar demasiado su carrera deportiva. También querrá ver cómo es esa transición en la que deje de ser imprescindible y dé paso a los jóvenes. Fútbol tiene aún para varios años más, pero será su mente la que diga si continúa al más alto nivel.

En cuanto al español, uno de los pocos ‘One Club Men’ que quedan entre los equipos grandes, su problema son sus minutos de juego. Con la llegada de Rudiger, su papel de cuarto central es más claro que nunca. Y podría querer aprovechar sus últimos años con otro rol más protagonista. 

Asensio, el más complicado

Marco Asensio (26) parece más fuera que dentro. Pero sólo parece porque le ha dado la vuelta a la tortilla. En verano fue el Real Madrid el que se lo quiso quitar de en medio a pesar de haber sido en la anterior campaña el tercer máximo goleador. Incluso llegó a estar casi apartado de las alineaciones hasta que se cerró el mercado de fichajes esperando su salida. Con la adaptación de Valverde al extremo, más Rodrygo, Benzema y Vinicius, incluso el esperado Hazard, sus minutos iban a estar muy limitados. Y el Madrid quería sacar tajada con algún traspaso.

Pero el balear se rebeló contra su situación, se quedó, se ganó sus minutos, también recuperó su sitio en la selección y se quedó en que, después de Catar, se sentarían ambas partes para valorar una posible continuidad. El Barcelona acecha y eso inquieta en la Casa Blanca. 

Por lo que respecta a Dani Ceballos (26), ya sea por las lesiones o por la explosión de otros futbolistas, nunca ha terminado de derribar la puerta de la titularidad. Ha jugado muchos partidos cuando ha estado bien, pero pocos minutos, siempre como revulsivo y nunca con la continuidad que le hubiera gustado. A Ancelotti le gusta, pero no lo pone en el once. Y el sevillano quiere protagonismo, más ahora que De la Fuente es el seleccionador. Su renovación parece un imposible. 

Lunin, sí; Mariano, no

El que sí parece que seguirá vinculado al Real Madrid es Andriy Lunin (23). El meta ucraniano ha demostrado con creces que puede suplir a Courtois con seguridad. Fue una apuesta de futuro y ya está maduro para jugar con asiduidad. Es más que posible que se oficialice dentro de poco su renovación y en verano se le ceda a otro equipo, pero con garantías de jugar, no como en sus anteriores préstamos. 

Donde no hay ningún género de dudas sobre qué pasará con él es con Mariano Díaz (29). El delantero hispanodominicano no tiene sitio desde que regresó para suplir, al menos con el 7 a su espalda, a Cristiano Ronaldo. Todos los veranos se le ha buscado salida y su respuesta siempre ha sido negativa, rechazando todas y cada una de las propuestas recibidas. En junio finaliza su vinculación y se irá para alegría del Real Madrid.