"Mijaín es mi ídolo, será difícil ganarle", dice Acosta, su rival por el quinto oro
"Si te soy sincero, Mijaín está muchos escalones por encima de todos en su nivel", dijo a la AFP Yasmani Acosta antes de la final que protagonizarán en los 130 kilogramos de la lucha grecorromana de París 2024.
Luchador cubano nacionalizado chileno, Acosta cree que López ha llegado a París con un nivel excepcional pese a que no compite internacionalmente desde los Juegos de Tokio en 2021.
"Lo he visto luchando muy tranquilo, ni siquiera se esforzó tanto", dijo sobre las tres victorias que cosechó el lunes en el estadio Campo de Marte parisino. "A Mijaín, cuando lo presionas, él lucha mucho más", agregó.
En el último combate de su carrera, López puede convertirse en el primer deportista olímpico en ganar cinco oros de una misma prueba individual.
En un guiño del destino, el único que puede evitarlo es otro deportista de sangre cubana que abandonó la isla por la alargada sombra deportiva del tetracampeón.
Yasmani, nacido en Matanzas, destacó desde que comenzó a practicar la lucha a los nueve años, pero la excelencia de Mijaín, campeón en todos los Juegos desde Pekín en 2008, no le dejaba lugar para representar a Cuba en los principales escenarios internacionales.
Como otros deportistas de la isla, Y. Acosta abandonó la delegación de su país en un viaje al exterior, en su caso a Chile durante el Campeonato Panamericano de lucha de 2015.
Alejado de su familia, el de Matanzas vivió unos difíciles primeros años para adaptarse al país andino.
"Uno tiene que trabajar en lo que haya y echar para adelante. Trabajé de guardia de seguridad, pasé mucho frío, no me adaptaba a los modelos chilenos", recordó.
"Uno va sufriendo en el camino pero adaptándose. Siempre con aquella añoranza y aquel malestar de estar en un país donde no gozas de nada, donde no puedes hacer deporte, que es lo que tú has hecho toda tu vida, lo que te gusta", explica.
Primera medalla
En 2017, Acosta recibió el permiso para competir internacionalmente y un año después la ciudadanía chilena. Defendiendo esta bandera logró un bronce del Mundial de 2017 y rozó el podio en los Juegos de Tokio.
En París tiene ya asegurada su anhelada primera medalla olímpica y ahora afronta la misión casi imposible de tumbar al coloso Mijaín, quien sólo perdió uno de sus 22 combates olímpicos, en su debut hace 20 años en Atenas.
Ambos entrenaron como compañeros de equipo durante nueve años. Este lunes, Mijaín gritó de alegría al ver por la pantalla la victoria de Acosta y se felicitó de que sea una final entre "dos cubanos".
"Mijaín es mi ídolo en el deporte, un gran rival, un amigo", reconoce Acosta. "Estar una final con él es algo muy fuerte, pero a la vez sé que lo voy a apreciar muchísimo", agregó.
"Él siempre me dio muchos consejos. Incluso aquí, sólo unos minutos antes de que yo peleara en la semifinal, él me estaba dando consejos. Siempre ha sido así", agradeció el aspirante al oro, que aún así duda de que esta cercanía al gigante puede servirle para dar la gran sorpresa el martes.
"Yo voy a luchar y voy a darlo todo, pero es un rival duro de vencer. Esa es la verdad", reconoce.