Este verano, después de varios intentos, el Real Madrid encontró salida definitiva a Luka Jovic, uno de los fichajes más decepcionantes de los últimos años. El serbio se encontró con el mejor Benzema de siempre, pero nunca dio la talla ni pudo ser su competencia real. 

Ni siquiera una cesión a su anterior equipo, el Eintracht, sirvió para recuperar su nivel. Sin sitio en el Madrid y sin goles que mostrar en el mercado, fue la Fiorentina la que apostó por él. No pagó traspaso el cuadro viola a cambio de que, cuando se le vendiese, el conjunto blanco cobrase un alto porcentaje. 

Bien sabe Jovic que está de paso en la entidad de La Toscana. Pero que lo diga en alto no es algo que vaya a gustar demasiado en Florencia. "Decidí venir a la Fiorentina a pesar de contar con ofertas de clubes más grandes y de hacer un sacrificio económico para venir aquí. La Fiorentina es un buen trampolín para volver a un gran club otra vez", ha confesado el ariete en el portal serbio ATV.

En esa definición de gran club, pues, no entra para el balcánico la Fiore, aunque sí el Real Madrid. Ha reconocido el jugador que, a pesar de no haber jugado prácticamente nada, está "honrado de haber sido parte del club más grande del mundo, pero creo que me fui al Madrid demasiado pronto. Fue una gran experiencia para mí". 

Ahora, Jovic, en su mejor momento en mucho tiempo, espera continuar marcando goles con Serbia en el Mundial de Catar.