Monchi pierde su palco en el Benito Villamarín después de su celebración en el derbi

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Monchi pierde su palco en el Benito Villamarín después de su celebración en el derbi

Monchi pierde los papeles en el Benito Villamarín
Monchi pierde los papeles en el Benito VillamarínProfimedia
El directivo festejó eufórico el empate de los hispalenes contra los béticios. Su actitud ha calado hondo en la directiva del Betis, que opta por no invitarle más al palco de su estadio

Monchi provoca o incita la violencia. Así lo entiende el Real Betis. Pocas horas después de concluir el frenético empate entre los béticos y los hispalenses por 1-1, una nueva polémica eclipsa el fenomenal juego que presenciaron las gradas del Benito Villamarín. 

La efusiva celebración del directivo al término del encuentro no ha sido bien aceptada en el Benito Villamarín. El Real Betis está molesto. Para el club, Monchi cruzó una delgada línea roja. Su actitud tendrá consecuencias y el plantel presentará una denuncia formal ante el comité de LaLiga lo ocurrido el domingo.

Según Juanma Castaño, panelista de El Tertulión, el saludo de Monchi a los jugadores del Sevilla terminó en un pequeño enfrentamiento con el banquillo bético. Los caldeados ánimos que despiertan con un derbi habrían incitado el leve roce, que, al parecer, finiquitará con la no invitación del Betis al directivo en los próximos partidos. 

El acta arbitral  confirma que existió un enfrentamiento en los vestuarios del Benito Villamarín. La tensión del clásico derivó en un problema que, seguramente, acarreará sanciones para las partes involucradas.

El documento, presentado por la RFEF, añade que Gonzalo Montiel, lateral derecho del Sevilla, se ha dirigido hacia el cuarto árbitro del encuentro y le ha hecho señales con las que argumentaba que "estaba loco".

"Otras incidencias: (Jugador: Gonzalo Ariel Montiel ) Cuando dicho futbolista se retiraba a la zona de vestuarios después de ser expulsado, se dirigió al cuarto árbitro en dos ocasiones con su dedo en la sien, en clara señal de que estábamos locos".

LaLiga guarda silencio sobre los altercados que se presentaron en el templo bético. El Betis, en contraste, ejerce presión sobre la entidad y, de forma autóctona, decide tomar medidas contra el directivo, que cursa por una inestable estancia en las oficinas del Ramón Sánchez Pizjuán. 

Monchi ha sido criticado con vehemencia por algunos sectores del sevillismo. Los seguidores, que defendían la continuidad de Julen Lopetegui, cuestionan la gestión de la zona alta del club en el último mercado de fichajes. El argumento es simple: la afición considera que se perdieron deportistas de nivel -como Koundé o Diego Carlos- y que los nuevos nombres aún no terminan de encajar.