Pecco Bagnaia (26), es el piloto a batir en el motociclismo actual. El turinés de Ducati, que batió hace unas horas el récord del circuito de Mugello bajando de 1:45 en la vuelta a la pista, salía en la pole de la carrera corta con los dos Márquez a sus espaldas. Marc, con su Honda, con menos velocidad punta y Alex, con Ducati, igual que el italiano, con un ritmo teóricamente superior. 

Una carrera a once vueltas es una locura y no hay tregua desde la línea de salida. Alex Márquez lo comprobó en sus carnes con una caída al llegar a la primera curva tras un incidente con Binder. Toda su ilusión se fue al suelo en esa curva 1. Bagnaia y Márquez mantenían las primeras posiciones con Jorge Martín, piloto rapidísimo, poniéndose detrás del 93, al que adelantó poco después. El madrileño, muy valiente, pasó luego a Bagnaia. Marc se tocó con Binder, que ya había provocado el abandono de su hermano, y perdió varias posiciones. 

En el trazado toscano se miraba al cielo por la posibilidad de lluvia. Cuando empezaron a caer las primeras gotas todos esperaban para ver quién sería el primero en entrar a cambiar la moto de seco por la de neumáticos de lluvia. Ninguno se atrevía. Entretanto, Bagnaia le devolvía el adelantamiento a Martín y recuperaba la cabeza de carrera. Bezzecchi se sumaba a la batalla, con Zarco también muy pegado a ellos. 

El actual líder y campeón logró la ventaja necesaria para llevarse la victoria. Por detrás Bezzecchi ganó la pelea a Martín y a Zarco. Marc Márquez terminó séptimo. 

Por cierto, los límites siguen superándose. Brad Binder marcó un récord de velocidad punta rodando a 366 kms/h, una auténtica barbaridad.