Comenzó el Betis como el que defiende un tesoro, que para eso eran los campeones, que nadie lo olvide. El plan era atacar por la izquierda, donde se posaba Moncayola en una posición que, es obvio, no es la suya, pero sin desmerecer el otro costado, que los de Pellegrini tampoco le hacían ascos.
El gol llegó pronto, un remate potentísimo de Luiz Henrique, hombre de moda en el beticismo, que por desgracia para él fue anulado porque el balón, por el que había peleado Rodri, había salido con anterioridad. Cómo se parecía a aquel gol de infausto recuerdo para España en el Mundial ante Japón. El principio del fin para Luis -con s- Enrique, exseleccionador.
Pero para el Betis sólo fue la consecuencia de un dominio que continuaría durante varios minutos más, si bien el ritmo propuesto no se correspondía con los remates, que no los había. Osasuna, con paciencia, poco a poco fue asentándose en el terreno de juego, pero sólo le valía para alejar al rival de su área.
Se fueron los navarros, eso sí, con el aviso de Willian José, en un golpe franco que obligó a Sergio Herrera a emplearse a fondo. De ahí que tras la reanudación salieran con una vertiente más ofensiva. Con los dos equipos ya enfocados en la ofensiva, se repartieron las ocasiones, si bien la mejor fue la que tuvo Rodri y que sacó en el último instante Moncayola. Tampoco estuvo mal la que sacó Bravo a Kike García.
El encuentro tenía más agresividad, con algunos piques normales con lo que estaba en juego. De ahí sacó más jugo el Betis, con William Carvalho soltando un zapatazo desde la frontal ante el que no pudo responder el meta rojillo. Sí respondió Arrasate desde el banco con un triple cambio.
Barja, el revolucionario
Le salió de fábula porque Barja, uno de los que entró, revolucionó el choque para bien de los suyos. A la primera ya le rompió la cintura a Sabally. Y a partir de ahí no paró para contagiar a sus compañeros hasta conseguir el empate en el tiempo añadido. Entre la empanada de Loren, el empuje de Chimy Ávila, el pase de Aimar Oroz y el remate de David García, la fiesta bética se vino abajo en el 92 cuando ya se veían en cuartos.
Más cansancio para un Betis que ya venía de un tiempo extra en la Supercopa ante el Barcelona. Temieron lo peor cuando Barja, en el primer tiempo de la próroga, de nuevo rompió a Sabally y dejó la bola franca a Rubén García, pero el zurdo falló lo que no suele desde el punto de penalti. Sólo dos minutos después, ya en el 102, una buena asociación de William Carvalho y Sabally implicó a Borja Iglesias. El 9 atrajo la atención del portero, pero en vez de disparar, le regaló el gol al lateral para poner el 2-1. Cómo lo celebró el banquillo de Pellegrini.
Sólo tenían que defender de nuevo la ventaja. Sólo. Pero nada más iniciarse el segundo tiempo, un balón largo de Aridane lo peinó Budimir y le llegó a Rubén García. Entre Sabally y Edgar se dejaron comer la tostada y... esta vez sí que no falló para llevar el encuentro a los penaltis.
Y allí los rojillos no fallaron ninguno de sus cuatro lanzamientos. No hizo falta el quinto porque Guido, que tenía que marcar sí o sí tras el fallo de Canales, se resbaló al golpear y el balón salió muy desviado. Forma cruel de quedarse fuera de la Copa.
La tanda de penaltis
0-1: Chimy Ávila, gol; 1-1: Borja Iglesias, gol; 1-2: Budimir, gol; 2-2: Loren, gol; 2-3: Moncayola, gol; 2-3: Canales, para Herrera; 2-4: Kike Barja, gol; 2-4: Guido Rodríguez, falla.
Jugador Flashscore del partido: Kike Barja (Osasuna)