"Tuve suerte porque vi morir a una persona delante de mí. Estaba con el carrito con mi bebé cuando sentí un dolor insoportable en mi espalda. Después de eso vi a ese hombre apuñalar a otra persona en la garganta, delante de mí. Yo estoy bien, el lunes estaré en el campo". El dueño de estas palabras que ha pronunciado para La Gazzetta dello Sport es Pablo Marí, el futbolista del Monza que ha sobrevivido a un apuñalamiento que ha matado a una persona y ha herido a otras tres.
Pablo Marí, como él mismo ha descrito, se encontraba junto a su bebé y a su mujer en un centro comercial ubicado en las afueras de Milán. De repente, un hombre, que ya ha sido detenido por la policía y que, al parecer, se encontraba en tratamiento por una fuerte depresión, agarró un cuchillo de un estante y comenzó a asestar puñaladas.
Una de ellas resultó mortal. Un joven empleado del supermercado Carrefour falleció en la ambulancia mientras lo trasladaban a un hospital.
Marí, por su parte, se encuentra estable y fuera de peligro. Y aunque la herida ha sido profunda, no ha dañado ningún órgano vital. Incluso ha recibido la visita de Adriano Galliani, el director general de su actual equipo, el Monza, y ha podido hablar con familiares y con personal del Arsenal, club que posee aún sus derechos.