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Reparto de puntos en Vallecas entre el Rayo y el Celta que no contenta a ninguno (0-0)

César Suárez
El Rayo y el Celta empataron en Vallecas
El Rayo y el Celta empataron en VallecasAFP
El Rayo Vallecano y el Celta de Vigo se marchan al parón firmando un empate sin goles que no deja satisfechos a ninguno. Hubo oportunidades para ambos equipos, pero Marchesín y Dimitrievski evitaron goles claros en sus respectivas porterías.

La puesta en escena del Rayo no tuvo nada que ver con la que se vio en el mismo escenario tres días antes con el Real Madrid como invitado sufridor. Los de Iraola, en la grada por sanción, a punto estuvieron de encajar un gol a los dos minutos de juego. Por muy poco por encima del larguero se le escapó el remate a Paciencia, referente ofensivo del Celta ante la suplencia de un Aspas mermado físicamente. No fue el único cambio en los vigueses. Carvalhal sabe que su defensa es la línea más débil y la reforzó con tres centrales y dos laterales. Cimientos antes de embellecer el edificio, así funciona la idea del nuevo técnico. Y nada de alegrías al ataque, que enfrente estaban las bandas más rápidas de LaLiga. 

El plan era claro, cerrar huecos, arriesgar lo mínimo en el pase y buscar la velocidad de Carles Pérez. Y a punto estuvo de nuevo de salirle bien si no llega a ser por Dimitrievski. La carrera del ex del Barça, con un par de cambios de ritmo excepcionales, bien mereció el gol, pero el pie del portero lo evitó. 

Sin Isi, el Rayo es menos Rayo

Esos dos sustos en el cuerpo activaron a los rayistas. Comesaña y Óscar Valentín se adueñaron del centro del campo y desde ahí comenzó a crecer el equipo. Les costó a Isi y a Álvaro García, siempre muy vigilados, entrar en acción. Sí lo hacían otras balas como Balliu y Fran García. Faltaba precisión, pero ya Marchesín tenía trabajo. Un disparo lejano de Isi, un córner cerrado del mismo protagonista, un despeje a la desesperada tras una horrible cesión de Aidoo… No eran jugadas claras de gol, pero el Celta estaba arrinconado y empezaba a sufrir. 

Por suerte para ellos llegó el descanso justo coincidiendo con una brillante acción de Comesaña que finalizó con un disparo peligroso. Se libraron los celestes porque de todas las piernas que había en el área y que tapaban la visión a su portero, apareció la de Aidoo para borrar el riesgo del mapa y marcharse con la portería a cero. Misión cumplida hasta entonces. 

Las ocasiones, al final

Con esa seguridad defensiva en torno a Marchesín, el Celta salió con una versión algo más ofensiva, tampoco era difícil, siempre volcados sobre la banda derecha, la de Carles Pérez. El Rayo no se inmutó y siguió a lo suyo, a amasar la bola y hacer amplio el terreno de juego. Pero le faltaba mucha fluidez, con un rival bien parapetado atrás que cerraba todos los espacios. 

Las ocasiones de gol se hacían de rogar. De ahí que llegasen los cambios, no sólo para aportar frescura sino para buscar alternativas para ganar el partido. 

Fue el turno de Iago Aspas, que se encontró a Dimitrievski. Como Camello, en la otra portería, se topó con Marchesín en una oportunidad clarísima para deshacer el empate. El propio arquero argentino volvería a salvar a los suyos colgándose del cielo de Vallecas para negarle el gol a Lejeune.

Definitivamente, se había animado el encuentro. Ambos se vieron con fuerzas para conseguir la victoria, un regalo de tres puntos que al Rayo le sabía a Europa y al Celta a oxigeno para la salvación.

Sin embargo, por mucho empuje que pusieron, no hubo forma de romper el equilibrio y se marcharon con un reparto de puntos que les dejó cierto sabor amargo.

 

Jugador Flashscore del partido: Agustín Marchesín

Todos los detalles del Rayo-Celta, en flashscore.es