Rodrygo desactiva la trampa cacereña a tiempo y el Madrid se mete en octavos de Copa (0-1)
El estadio Príncipe Felipe se vistió de gala para recibir al vigente campeón de liga y Champions duplicando su aforo hasta los 14.000 espectadores que se dieron cita en Cáceres para tratar de lograr el más difícil todavía: tras acabar con el Córdoba y con el Girona, ahora era el turno de la caza mayor.
En lo que rodeaba al terreno de juego iba a ser una gran noche copera, aunque el estado del campo, demasiado irregular tras la temporada navideña, no hacía prever un partido con una calidad excelsa, por lo que había que tirar de otras armas y “ser listos”, como afirmó Carlo Ancelotti en la previa.
El entrenador del Cacereño, Julio Cobos, avisó de que sus jugadores iban a salir “al 200%” y no engañó, porque sus pupilos entraron al duelo sin complejos y listos para pasar a la historia junto con otros como el Alcorcón, el Alcoyano o el Real Unión de Irún como el enésimo equipo humilde que se le subió a las barbas al conjunto blanco en la competición del KO.
El Cacereño empezó mordiendo
Tal fue el ímpetu local que no fue hasta el minuto seis cuando los blancos pudieron pasar de medio campo por primera vez, aunque sin crear peligro. Poco después, una combinación entre la banda derecha constituida por Asensio y Lucas Vázquez acabó con el gallego marcando, pero en fuera de juego.
Tanto el estado del césped como la presión alta del Cacereño y la falta de acierto de los jugadores merengues hizo que esa “no ocasión” de Vázquez fuera de lo poco reseñable que hizo el Real Madrid en los primeros 45 minutos, en los que los suplentes como Hazard o Ceballos no supieron demostrar la teórica superioridad técnica respecto a sus rivales de Segunda Federación ni tampoco tuvieron recursos para sobreponerse a un tipo de campo que un equipo como el Madrid no está acostumbrado a pisar.
Y si no sufrieron más los madrileños fue porque Militao no distingue de competiciones y tuvo la seguridad y el poderío físico que siempre demuestra, junto con un Lunin que transmitió seguridad cada vez que los extremeños se acercaban a sus inmediaciones, aunque obviamente ellos también tuvieron muchas dificultades para domar a su propio campo como les habría gustado, lo que se notó en varios disparos de Manchón o David Grande.
Lógicamente, Ancelotti no lo vio nada claro e introdujo tras el descanso a Rüdiger y a Valverde, que también sirvieron para dar descanso a los únicos titulares habituales que estuvieron en el 11 inicial, el propio Militao y Tchouaméni. También se tuvo que retirar, aunque en su caso por lesión, Odriozola, que acusó la falta de rodaje en sus primeros minutos de la temporada y dio entrada a Vallejo.
Poco pareció importarle al público del Príncipe Felipe el feo partido que se estaba viendo, puesto que ellos no pararon de animar, hacer la ola y gritar “sí se puede” en todo momento, sabiendo apreciar y valorar una ocasión única en la historia del club local.
Como suele ocurrir en este tipo de encuentros, la gasolina del equipo modesto no duró eternamente y esto fue el inicio de su fin. Un partido de estas características se gana o bien bajando al barro, nunca mejor dicho, o con un chispazo individual, que fue lo que acabó sucediendo.
Rodrygo desatascó el choque con un golazo
Mediado el segundo tiempo, la presión de los de Cobos bajó ligeramente y Rodrygo encontró una rendija por la que entrar hasta la cocina. El mundialista brasileño entró al área por el pico izquierdo, regateó a Clausí y a Aguado y cruzó el balón al palo largo con mucha calidad para que Iván Moreno no pudiera más que estirarse sin éxito en su intento por detener lo inevitable.
Tras tanto sufrimiento, era el momento de dormir el partido y minimizar errores innecesarios, por lo que el Madrid se hizo compacto para no permitir a su rival ninguna llegada peligrosa al área de Lunin y se limitó a dejar pasar los minutos, que también sirvieron para que los canteranos Arribas y Álvaro Rodríguez se pudieran foguear con los mayores.
No dejó de intentarlo hasta el final el Cacereño, pero en esta ocasión el campo les perjudicó a sus propios jugadores, que estuvieron imprecisos en el pase o el centro final, por lo que el gol de Rodrygo sirvió para que los blancos evitaran el susto y comenzaran su andadura en la Copa del Rey de manera positiva metiéndose en octavos de final.
Jugador Flashscore del partido: Rodrygo.
Aquí puedes consultar todas las estadísticas del Cacereño-Real Madrid.