Cristiano Ronaldo (37) jugó con varios de sus compañeros (y rivales) hace tan solo unos días en un bonito reencuentro con, entre otros, Leo Messi, Keylor Navas y Sergio Ramos. Los suyos perdieron, pero poco importaba porque no era más que una exhibición en la que el resultado daba absolutamente igual. El público disfrutó de lo lindo (hubo hasta nueve goles) y el luso marcó un doblete en la hora que estuvo sobre el terreno de juego.
La hora de la verdad llegó este domingo, cuando el Al-Nassr recibió al Al-Ettifaq en un duelo que decantó el brasileño Anderson Talisca en el minuto 31. Jugaban contra un equipo que está ubicado en la zona media de la clasificación y cuyo objetivo es bien diferente. Muchos ansiaban ese primer gol de Cristiano en partido oficial, pero habrá que esperar porque no llegó en su debut oficial en Arabia Saudí.
En cualquier caso, lejos de frustrarse demasiado por no ser protagonista (en realidad sí que lo era porque la prueba más clara viene a ser la redacción de este y otros tantos artículos), una imagen muy recurrente en sus diferentes etapas por Europa, actuó como si llevara años en ese vestuario, sobre todo en los instantes finales, siempre tensos cuando la victoria depende de una reducida e ínfima ventaja. Después, ya en frío, envió un afectivo mensaje a los seguidores y les agradeció el "increíble apoyo".
El ex jugador del Manchester United intentará hacer su particular grito y provocar rugidos en territorio asiático dentro de tan solo unos días, el jueves, cuando los suyos se medirán al Al-Ittihad en las semifinales de la Supercopa. Se trata de una muy próxima a la vez que fantástica oportunidad para empezar a escribir su historia con el club que tanto (económicamente sobre todo) ha confiado en su figura. Esta incorporación, más allá del aspecto mediático, tiene que ver con la necesidad de conseguir títulos.
Puedes ver el resumen del partido (en formato vídeo) en el siguiente enlace.