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Sufrimiento extremo del Real Madrid que termina pidiendo la hora ante el Cádiz (2-1)

Kroos, en el momento del golpeo en el que marcaría ante el Cádiz
Kroos, en el momento del golpeo en el que marcaría ante el CádizAFP
El Real Madrid recuperó la sonrisa ante el Cádiz (2-1), aunque se la tuvo que guardar hasta el final por culpa de un gol de Lucas Pérez en la recta final que silenció el Bernabéu. Y pudo ser peor. Los tantos de Militao y de Kroos le permiten marcharse al parón de LaLiga con sólo dos puntos de desventaja con respecto al Barcelona.

Definitivamente, le va a venir muy bien al Madrid el parón por el Mundial. Su bajón en las últimas semanas ha sido más que evidente. Y no es sólo una cuestión física o anímica, es algo más profundo. Los rivales se saben ya todos los trucos. Sin Benzema en el césped, los focos van para Vinicius. Con sacarle de quicio, ya sea con el trash talking o con faltas continuas con y sin balón, es suficiente para anularle. Si se defiende en bloque bajo, con las líneas muy juntas, sin dejar espacios detrás de los defensas, la potencia de Valverde y la calidad de Rodrygo pierden efectividad. 

Así que a los de Ancelotti les toca arriesgar, hacer circular la pelota con mucha velocidad a costa de perder precisión. En esa suerte de mover el balón a uno o dos toques, Kroos y Modric son únicos. Pero en ocasiones el día aparece nublado y todo se complica. Ante el Cádiz se ganó, pero se sufrió. No le da, ahora mismo, para más al Madrid. 

Ese plan de Sergio para su Cádiz, dejando al velocista Lozano sólo ante Militao y Alaba, y con el resto defendiendo, estuvo a punto de salirle muy bien. Incluso Pacha Espino estrelló un balón en el larguero en la primera y casi única oportunidad en la que se acercaron a Courtois en la primera mitad. 

Le valía a los gaditanos porque atrás no sufrían. Valverde lo intentaba con precisos cambios de orientación, Vinicius y Rodrygo con acciones individuales que se perdían entre un bosque de piernas contrarias. Los centros tampoco llegaban a ningún destinatario porque Ledesma los desviaba todos. 

Se desesperaba el Madrid mientras el Cádiz, con cierta permisividad arbitral, endurecía el juego con acciones cada vez más virulentas. Como cuando el hombro de Fali impactó sin querer evitarlo en el rostro de Rodrygo. El balón, por cierto, estaba en otro lado, como el del VAR, que ni entró a revisar el golpe. Eso provocó la reacción de Vini, que ya venía calentito de varios piques y que fue a buscar a Fali. Se armó una buena que se solucionó con amarilla para ambos y más nervios en los blancos.

Militao y Kroos al rescate

Lo que son las cosas. Cuando peor funcionaba el engranaje madridista, apareció un centro medido de Kroos que remató con la testa Militao, libre de marca. Los defensas se quedaron petrificados, creyendo que estaban tirando bien el fuera de juego. Todos menos Fali, que dejó un trozo de cuerpo para dar por válido el tanto del brasileño. 

Con ese 1-0 y la tranquilidad de ganar, el Madrid comenzó la segunda parte. Sabía Sergio que tendría que arriesgar si quería sacar algo positivo del Bernabéu. Adelantó líneas, presionó más arriba y sólo el mejor portero del mundo evitó el gol de Sobrino tras un robo de Fali y una excelente combinación de primeras de Alejo y Lozano.

A veces, es bueno ser valiente y exponer, aun a costa de recibir un golpe definitivo. Que pudo llegar justo en la siguiente acción. Mientras se lamentaban por la oportunidad perdida, los blancos salieron lanzados a la contra. Condujo Vinicius, puso la calma Lucas y aceleró Valverde al que sólo el talón de Iza impidió un nuevo gol en su cuenta. 

El segundo tardaría en llegar, pero lo hizo en el 70 de partido. Fue cuando a Kroos se le encendió la bombilla y conectó una volea que salió de su empeine con un efecto colosal. Ledesma ni vio venir el balón. Qué golpeo, qué golazo.

Pudo sentenciar el Madrid con otra contra mortal en la que Vinicius regaló el gol a Modric. El croata, a puerta vacía, en la ocasión más fácil de su carrera, no atinó y mandó el balón fuera. No se lo podía creer el croata, que ni tenía fuerzas para levantarse, avergonzado por haber fallado la diana. 

Ese error dio nuevas energías al Cádiz, ya sin nada que defender. Y le salió de lujo porque los mejores del mundo, como Modric antes, también se equivocan. Le pasó a Courtois al escapársele un disparo de Bongonda, se rehizo el meta cerrando los espacios a Negredo, pero ya no pudo con el disparo de Lucas Pérez

Con el 2-1, los visitantes tendrían incluso el empate en la cabeza de Espino, mas el uruguayo envió el testarazo demasiado alto. Quiso superar los dos metros del meta belga y se pasó de fuerza. 

Respiró el Madrid y ahogó el llanto el Cádiz. Al final, triunfo local por 2-1. 

 

Jugador Flashscore del partido: Toni Kroos

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