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Carlos Alcaraz, nuevo rey de Roland Garros

Rafael Gomez / César Suárez
Actualizado
Alcaraz, en París
Alcaraz, en ParísAFP
Carlos Alcaraz (21) es el nuevo rey de Roland Garros. Después de cuatro horas y 20 minutos de lucha sin cuartel ante el combativo Alexander Zverev, el tenista español consiguió su primera victoria en la tierra batida de París, su tercer Grand Slam tras el US Open’22 y Wimbledon’23. Su triunfo llegó por 3-6, 6-2, 7-5, 1-6 y 2-6.

Rafa Nadal ya tiene un herededo español como monarca del Abierto de Francia. Aún lejos de sus múltiples conquistas, pero el de El Palmar ya tiene un Roland Garros en su palmarés, igualando así a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, y a otros grandes del tenis español como Carlos Moyà y Albert Costa. 

Fue un encuentro durísimo y exigente. El español se encontró a un aguerrido Alexander Zverev que no le regaló nada y que le complicó la final de un Roland Garros especial, sin Djokovic ni el citado Nadal en la definición del título. 

Estadísticas del Zverev-Alcaraz
Estadísticas del Zverev-AlcarazFlashscore

El primer set estuvo cargado de nervios y tensión. Alcaraz, con su derecha, le buscó el quiebre a un Zverev pragmático y que utilizó el saque como su herramienta de daño. Pero el de El Palmar se salió con la suya, consiguió el punto de ruptura y se quedó con la primera manga con un cómodo 3-6.

El alemán, como era de esperar, no se quedó quieto: en el segundo set planteó un juego inteligente. La potencia de su revés le generó problemas a un Alcaraz incómodo a la hora de responder las bolas largas de Zverev, quien se quedó con un 6-2 tranquilizador.

El peor momento de Alcaraz

Alcaraz inició de mejor manera el tercer set. Se colocó con un 2-5 después de salvar su saque en lo que parecía el punto de inflexión deinitivo para ponerse de nuevo en ventaja y encarrilar, de paso, la victoria. Sin embargo, Zverev le dio la vuelta a la tortilla, ganando sus servicios con autoridad y complicando los del español, que terminó cometiendo demasiados errores no forzados y cediendo punto a punto, juego a juego... El alemán sumó cinco juegos consecutivos para remontar y ganar el set por un 7-5 que expuso los nervios del español.

Asombrosa recuperación de Carlitos

La situación se había tornado harto complicada. Parecía que Zverev lo tenía controlado a nivel deportivo y a nivel mental. Pero eso podía pensar cualquiera que no conociera a Alcaraz. Cuando más complicado parecía, el exnúmero uno del mundo volvió a deleitar a los seguidores de la pista central para ponerse con un 0-4 espectacular gracias a su agresividad, aprovechando los errores no forzados del teutón y adjudicándose esa cuarta manga con un 1-6 que dejó todo por definir en el quinto set. 

Ahí, superadas ya las tres horas y media de acción, en una final de un Grand Slam, es cuando entran en juego otras cosas más allá del nivel de cada cual, como el físico y la mentalidad. El más mínimo detalle, la más mínima flaqueza, te puede hacer desfallecer. Y entonces remontar se puede tornar misión imposible. El primero que erró fue el de Hamburgo. Con 1-1 concedió un break a Alcaraz, quien lo consolidó poniéndose 1-3 salvando cuatro bolas de ruptura. Qué nivelazo del español.

Un final épico

Lo mejor para él es que no sólo lo mantuvo sino que lo aumentó, jugando siempre bien los puntos decisivos. Así volvió a romper otra vez el saque de su oponente y se colocó 2-5 con servicio para conseguir su primera Copa de los Mosqueteros. Y, por supuesto, la agarró con fuerza el nuevo rey de la tierra batida: Carlos I de Francia.