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El último baile de Djokovic y Nadal en una pista se lo lleva el serbio en Riad

César Suárez
Nadal y Djokovic, en el último partido entre ellos de sus carreras
Nadal y Djokovic, en el último partido entre ellos de sus carrerasRichard Pelham / GETTY IMAGES EUROPE / Getty Images via AFP
Nadal y Djokovic, no podía ser de otra forma, ofrecieron un gran espectáculo en el que fue su último enfrentamiento en una pista de tenis antes de la retirada definitiva del español. Ganó el serbio, pero en un torneo de exhibición, incluso con premios millonarios como éste, el resultado es lo de menos. Lo de más era vivir un último 'Last Dance' entre dos de los mejores tenistas de la historia, los dos que más Grand Slams han conquistado en la ATP.

Centro de estadísticas del Djokovic-Nadal

La última vez que se vieron las caras en una pista fue en París, en los Juegos Olímpicos, donde el serbio, mucho más rodado y en mejor forma, arrolló al español. Luego se coronaría campeón olímpico. Pero aquel encuentro fue la confirmación de que Nadal ya no estaba para luchar de tú a tú contra los mejores del mundo.

Muchas semanas después, tras un nuevo parón para reflexionar, llegó el anuncio de su retirada en la próxima Final a 8 de la Davis. Pero antes estaba en el calendario este millonario torneo de exhibición de grandes campeones. Y quiso el destino que los dos veteranos perdieran en semifinales ante los líderes de la nueva generación, Sinner y Alcaraz, y se vieran las caras por última vez en la final de consolación. 

El inicio del duelo fue un aviso de Djokovic, que rompió el servicio y consolidó su ventaja con el suyo. Nadal mantuvo con apuros, salvando otra bola de quiebre, su saque en las dos siguientes oportunidades, pero volvió a ceder en el séptimo juego para que Novak encarrilase un primer set que se terminó llevando por 6-2 en 39 minutos.

Que no se acabe nunca

Esos problemas con el servicio del español, acumulando hasta cuatro dobles faltas, continuaron en el inicio de la segunda manga y volvieron a dejarle a remolque. O no. Porque Nadal tiró de orgullo, y de clase, que eso no se pierde, para devolverle la ruptura a su contrincante de inmediato. 

Así llegaron al que pudo ser el punto de inflexión del set. Con 2-3 al resto, el manacorí dispuso de tres bolas de break para ponerse 2-4 y saque. Pero Djoker no lo consintió. No fue menos don Rafael, que en el siguiente juego salvó dos puntos de quiebre. Tal para cual.

Lo siguió intentando el balear, pero con 4-4 perdió su servicio en blanco para ofrecerle en bandeja al balcánico el triunfo. O eso pudo creer Djokovic cuando gozó incluso de una bola de partido. Nadal, sin embargo, aún no había dicho su última palabra. Quería seguir jugando, disfrutando de esa acérrima rivalidad. Como el público. Y el espectáculo continuó hasta el tiebreak. 

Muerte súbita

Ahí volvió el serbio a disfrutar al resto de una bola de partido, la segunda, y esta vez sí la aprovechó para cerrar con triunfo por 6-2 y 7-6 el último baile de estos dos genios del tenis mundial.