Carlos Alcaraz afronta la competición en su mejor momento del curso. Tampoco era muy difícil de superar porque el 2024 arrancó mal, incluyendo unos ligeros problemas en el tobillo. Después de "unas semanas un poco difíciles", su mejor versión está de vuelta porque ahora se siente "a gusto, en paz y tranquilo" más allá de la pista, algo que considera "fundamental" para poder mostrar su juego y, en consecuencia, firmar triunfos importantes.
En la rueda de prensa previa al duelo frente a su compatriota Roberto Carballés, el número dos del mundo, que ha coincidido con el exfutbolista Ronaldo Nazário en Florida, puso el foco en pasárselo bien, que es "lo que más importa" de cara a "cultivar" su habitual y característica sonrisa. Para que esta aparezca y esté presente el máximo tiempo posible, el murciano ve necesario estar con su gente, lo cual es algo "especial".
En otro orden de cosas, el principal cabeza de serie en el segundo Masters 1000 de la temporada -Novak Djokovic no participa- señaló los aspectos que pueden afectarle de forma negativa: "Hay muchos factores, pero prestarle mucha atención a los resultados y estar en una exigencia máxima durante tanto tiempo son algunos de ellos. Así es difícil disfrutar y uno puede entrar en momentos malos, en que las cosas cuestan".
Alcaraz tiene motivos para ser ambicioso y soñar a lo grande. Las sensaciones, desde luego, acompañan: "Me siento muy bien física y mentalmente, y estoy listo para este torneo". Adjudicarse el 'Sunshine Doble', ganar en Indian Wells y en Miami, es algo que sólo han logrado Jim Courier, Michael Chang, Pete Sampras, Marcelo Ríos, Andre Agassi, Roger Federer y el citado Djokovic. Años después del último precedente, Carlitos tiene una oportunidad ideal.