Jabeur es la favorita, pero Vondrousova amenaza con sorprender en la final de Wimbledon
Se habla mucho de regularidad para llegar a lo más alto del tenis mundial. Ons Jabeur no es una excepción. Este sábado por la tarde, sencillamente, jugará su tercera final de los últimos cinco torneos del Grand Slam.
Pero la regularidad, aunque ofrece buenas clasificaciones, no garantiza títulos. Y hasta ahora, la tunecina lleva un balance de 0/2 en estos grandes torneos. Pese a todo, será la favorita, pero Marketa Vondrousova, que ya alcanzó la final de un Major hace cuatro años, podrá jugar con libertad, pues ya ha tenido un torneo exitoso. ¿A quién afectará más la presión?
Jabeur, a por el ansiado título
El año pasado, Jabeur aprovechó la oportunidad. Hasta la final, no se había enfrentado a ninguna cabeza de serie, pero aun así hay que ganar los partidos. Hizo hablar a la lógica y alcanzó por fin una final de Grand Slam. No sólo era la primera jugadora africana que lograba tal hazaña, sino que además consolidaba su lugar en la elite del circuito femenino.
Desgraciadamente, cuando parecía tener el éxito al alcance de la mano, sucumbió tras ganar el primer set contra Elena Rybakina. Atrapada por esa situación, fue incapaz de reaccionar. Aunque su segunda final del US Open fue una derrota lógica ante Iga Swiatek, no puede permitirse una tercera derrota consecutiva.
La presión recae ahora sobre sus hombros. Tras vencer a la favorita Aryna Sabalenka -y no de cualquier manera-, perder ante una rival de menor calibre sería devastador, no sólo por el resultado en sí, sino también por el estado mental de la tunecina.
Después de todo, se ha esforzado mucho para llegar hasta el duelo decisivo de Wimbledon. La hierba es, sin duda, su mejor superficie. Después de hacer las delicias de sus fans, va a tener que tomarse algunas de las suyas.
Marketa Vondrousova, la tradición checa
Desde hace muchos años, la calidad y la densidad del tenis femenino checo están en boca de todos. Es muy sencillo: hay nueve de ellas entre las 60 mejores del mundo, y nadie lo hace mejor. El problema es que esto no se ha traducido en resultados de Grand Slam.
En las últimas cuatro temporadas, sólo han alcanzado dos finales importantes, y ambas en Roland Garros: Barbora Krejcikova -ganadora en 2021- y Karolina Muchova este año. Son tres a lo largo del siglo XXI gracias a los dos triunfos de Petra Kvitova en Wimbledon.
Hasta que la nueva ola liderada por Linda Fruhvirtova y Linda Noskova tome el relevo, depende de Marketa Vondrousova mejorar su palmarés. Una tarea complicada, pero este torneo ha demostrado una cosa: por fin está en la senda del regreso. Y eso que hace un año no era tarea fácil.
Por aquel entonces, en 2022, se encontraba en medio de un parón de seis meses para reparar su cuerpo dañado por las lesiones. Una pausa que comenzó tras una derrota ante... la propia Ons Jabeur. Su estado físico la había puesto de capa caída pese a que en 2019 había disfrutado en el Abierto de Francia, perdiendo solo en la final ante la intocable Ashleigh Barty.
Pero esto pone el dedo en otro problema. La checa sólo ha ganado una de las cinco finales de su carrera, la primera en 2017. La última fue en los Juegos Olímpicos, donde cayó ante Belinda Bencic en la final tras eliminar nada menos que a Naomi Osaka, Paula Badosa y Elina Svitolina. Ella también sentirá la presión, ya que una derrota le dejaría un sabor amargo después de haber llegado tan lejos.
Las claves del partido
Desde el punto de vista de los enfrentamientos directos, hay un empate a tres, pero del análisis se desprenden dos puntos importantes. En primer lugar, fue Ons Jabeur quien ganó su único enfrentamiento sobre hierba, en 2021 en Eastbourne. La tunecina dominó el partido ampliamente, más de lo que sugiere el marcador final (6-3, 7-6), pero tuvo un espantoso 1/13 en puntos de ruptura. Unas estadísticas que no podrá permitirse.
En segundo lugar, ya se han enfrentado dos veces esta temporada, ambas en pista dura. Y, sorpresa, Marketa Vondrousova ha vencido las dos veces: en el Abierto de Australia (6-1, 5-7, 6-1) y luego en Indian Wells (7-6, 6-4). En cada ocasión, logró superar a su rival, especialmente en Australia, donde Jabeur cometió nada menos que ¡50 errores no forzados!
Pero en ese momento, la tunecina se enfrentaba a una verdadera crisis de confianza y de resultados. Una situación que se prolongó hasta Londres, a pesar de haber alcanzado los cuartos de final en París. Totalmente segura de su nivel, llegará, a diferencia del año pasado, con las certezas de un doble éxito sobre dos de las tres mejores jugadoras de la temporada.
Vondrousova tiene argumentos diferentes a los de las dos últimas víctimas de Jabeur. Menos potente, lo compensa con una variedad superior y, al igual que la tunecina, es una apasionada del drop shot, que domina a la perfección. De hecho, el uso de este golpe será fundamental en el partido.
Pero el aspecto principal del choque será mental. Una de estas dos jugadoras levantará por primera vez un trofeo de Grand Slam. Y a menos que una de ellos falle por completo, deberíamos asistir a una auténtica batalla psicológica. Desde ese punto de vista, el hecho de que Jabeur haya remontado un set en contra le da una clara ventaja. Pero una final ofrece un nivel de presión sin igual. Es el precio que hay que pagar para ganar un Grand Slam.