El Betis no puede llegar al derbi sevillano del fin de semana con más confianza ni en un mejor momento de forma. Con la victoria lograda ante el HJK Helsinki, los de Manuel Pellegrini cerraron una brillante fase de grupos, en la que acabaron con cinco victorias y un empate y jugarán directamente los octavos de final de la Europa League, logrando de este modo evitar en la ronda de dieciseisavos a los equipos que quedaron terceros en sus grupos de la Champions League.
El partido fue un fiel reflejo de la diferencia entre ambos equipos, no en vano los finlandeses quedaron últimos en el grupo con tan solo un punto. Los españoles fueron dueños de la escena de principio a fin y no dieron ninguna opción a los del norte de Europa.
En la previa, Pellegrini quiso dejar claro que no quería que ninguno de sus pupilos estuviera pensando en el duelo ante el Sevilla: "Hicimos un muy buen grupo, con 13 puntos de 15, pero eso no nos quita la responsabilidad de intentar ganar ante nuestro público y seguir con la moral alta. Siempre es bueno ganar aunque el partido no tenga trascendencia".
Ruibal marcó un golazo
Dicho y hecho. Y el más aplicado fue Aitor Ruibal. En el minuto 20 fue el protagonista de uno de los goles más bonitos que se recuerdan en el Benito Villamarín. El delantero recibió un balón de Miranda desde la izquierda en el pico del área, controló hacia afuera con el tacón, se deshizo de su defensor con un caño y, desde la frontal, se sacó un preciso y potente tiro en el que era su primer gol de la temporada.
No contento con este tanto, el propio Ruibal quiso más y logró el doblete al filo del descanso aprovechando desde el área pequeña un centro de Sabaly desde la banda derecha.
Con la doble ventaja de los béticos, el resto del partido fue un entrenamiento con público ante un rival entregado. Esto sirvió para que en la segunda parte pudieran tener descanso algunos jugadores y también permitió el debut de Dani Pérez, el joven centrocampista de la cantera verdiblanca que dio muestras de calidad jugando contra los mayores.
Con el partido casi acabado, una contra bien llevada por Borja Iglesias permitió que el Panda le regalara a Fekir un balón a empujar y cerrar un partido intrascendente, pero que llena de moral tanto al equipo como a una afición que ya calentaba el derbi coreando "Sevilla es verdiblanca".
Jugador Flashscore del partido: Ruibal.